En una histórica sesión atípica llevada a cabo el martes 20 de junio, la plenaria del Senado de la República debatió en último término un controvertido proyecto de ley que buscaba regular el uso adulto del cannabis en el país. Sin embargo, tras un intenso debate y una votación reñida, el proyecto fue negado con una cifra de 47 votos a favor, quedando por debajo de los 57 votos necesarios para su aprobación, mientras que 43 votos se manifestaron en contra de la propuesta. Durante el debate, los senadores presentaron argumentos a favor y en contra, abordando aspectos relacionados con la salud, la economía, la justicia social y la soberanía del país. Los defensores de la propuesta destacaron los posibles beneficios económicos derivados de la legalización y regulación de la industria del cannabis, así como los avances en términos de investigación médica y el potencial de reducir el mercado negro. Por otro lado, los opositores expresaron preocupaciones sobre los posibles efectos negativos en la salud pública, el aumento del consumo entre los jóvenes y la dificultad de regular un mercado emergente

El tema del narcotráfico y la legalización de la marihuana es objeto de debate en muchos países. En este sentido, el Gobierno argumenta que el establecimiento de un monopolio estatal sobre la sustancia podría disminuir el narcotráfico al privar al mercado negro de la marihuana y regular su consumo, lo que permitiría detectar a tiempo casos de consumo problemático. Sin embargo, existen aspectos importantes a considerar que ponen en duda esta afirmación. Para que el Gobierno pueda competir con el mercado negro, es necesario que ofrezca un producto de calidad superior y a un precio más bajo. Si esto sucede, es probable que se genere una mayor demanda debido a la disponibilidad y accesibilidad del producto. Además, la legalización tiende a disminuir la percepción del riesgo asociado al consumo de marihuana, lo cual ha sido demostrado en estudios previos. Cuando la percepción de riesgo disminuye, es más probable que aumente el consumo de la sustancia. Por otro lado, es importante destacar los efectos tóxicos que la marihuana puede tener sobre la salud. La planta contiene una amplia variedad de componentes, con más de 400 productos químicos identificados, la mayoría de los cuales no han sido estudiados en profundidad. El consumo de marihuana puede llevar a intoxicación, síndrome amotivacional, dependencia, episodios sicóticos, riesgos psíquicos, trastornos de personalidad, crisis de pánico y disminución de las defensas, especialmente en pacientes terminales. Estos daños a la salud están científicamente probados. La legalización no garantiza un control efectivo sobre la venta y el consumo de marihuana. No existe un control previo o una supervisión médica adecuada en el proceso de adquisición de la sustancia. Esto significa que en cualquier momento podemos estar vendiendo marihuana a personas que podrían sufrir graves consecuencias para su salud. Además, se ha demostrado que si el consumo de marihuana comienza a una edad temprana, especialmente a los 15 años o antes, puede causar daños irreversibles en el desarrollo y bienestar de una persona. En cuanto al problema adictivo, estatizar el mercado de la marihuana no resuelve este desafío. El tratamiento integral de la adicción requiere abordar diversos aspectos, como la prevención, educación, tratamiento médico y apoyo psicológico. Si bien la marihuana puede tener aplicaciones médicas legítimas, la producción y comercialización por parte del Estado no es necesariamente la solución óptima para abordar la adicción en su totalidad. Segun el portal https://www.vidasindrogas.org/ El término "cannabis" se utiliza para hacer referencia a una variedad de drogas derivadas del cáñamo índico, incluyendo la marihuana y el hachís. Independientemente del nombre utilizado, esta sustancia es considerada un alucinógeno, es decir, una sustancia que altera la percepción de la mente sobre el mundo en el que vivimos. El principal componente químico responsable de esta distorsión es el conocido como THC. Es importante destacar que la concentración de THC puede variar considerablemente en distintas muestras de marihuana, pero en general, se ha observado un aumento en el porcentaje de THC en los últimos años. Incluso en estudios realizados en animales, se ha observado que la administración de marihuana por parte de investigadores puede causar daños estructurales en el cerebro. No solo afecta la salud mental, sino que también se ha asociado el consumo frecuente y prolongado de marihuana con anormalidades cerebrales. Investigaciones realizadas en Australia en 2008 respaldaron esta afirmación, demostrando cambios en el cerebro similares a los causados por el consumo prolongado de otras drogas más fuertes. Además, diversos estudios han revelado una conexión entre el uso continuo de la marihuana y la aparición de psicosis.